¿Quiénes somos?
El hotel El Silencio Del Campo fue fundado por Luis Diego Zúñiga Vega y Kattya Hidalgo Murillo, iniciando la construcción en el mes de julio del 2004 y dando apertura al servicio de hospedaje en el año 2005. Los fundadores pertenecen a familias costarricenses orgullosas de sus raíces, amantes e identificados plenamente con la naturaleza, respetuosos de la identidad, propulsores de la paz, amables, atentos y con un alto espíritu de servicio que caracteriza a los ticos en un país de amigos y de trato solidario, con sus colaboradores y visitantes. Los cuales llegan a sentirse como en su propio hogar siempre inspirados en la motivación y empeño de sus jefes.
El Silencio del Campo se ha desarrollado en medio de jardines, flora-fauna y belleza natural siempre con la proyección de seguir creciendo. Contamos con villas independientes para su mayor privacidad, piscina, restaurante, servicio de Spa y aguas termales que se constituye como otro regalo más de la madre naturaleza. Sin dejar de lado nuestra protección y calidez para con los animales, razón por la cual tenemos una granja para el disfrute de los niños, jóvenes y adultos en general.
Cada una de sus áreas ha sido creada desde el corazón de sus propietarios, con una mezcla de ideas frescas de las nuevas generaciones familiares y un gran respeto por el patrimonio creado por las anteriores generaciones. Se trata de algo más que vacaciones, se trata de la armonía creada desde un ambiente cálido donde todos son igual de importantes, cada colaborador que hace posible el éxito del equipo, la humanidad de sus líderes y sobre todo el amor por la región que cada persona dentro del hotel hace crecer diariamente con pequeñas y grandes acciones.
Agentes de cambio, con esfuerzos enfocados en crear el menor impacto posible en la naturaleza y al mismo tiempo potenciar el conocimiento sobre ella de una forma amigable con el ambiente, los procesos dentro y fuera del hotel se engranan en ejes sostenibles que alcancen un equilibrio entre personas y medio ambiente, esto con el fin de retribuir a la zona una pequeña parte de todos los beneficios que emanan desde las faldas del Volcán Arenal.
Con actividades para todos los gustos, somos un hotel, familiar, romántico, privado y cálido. Un lugar donde todos tienen su espacio y la variedad para pasar el tiempo de forma amena.
¡Hotel El Silencio del Campo de dónde nadie quiere irse y todos quieren regresar!